En todo inventario se suele encontrar distintas clases de productos. Unos se venden muy rápido y hay que reponerlos a mucha velocidad para que no se queden sin stock y perder posibles ventas. Otros tardan un tiempo relativamente razonable, lo que da margen para intercalar las compras, pero por esa misma razón, debemos controlar el stock disponible para no quedarnos sin nada. Y luego están los productos de baja rotación o artículos obsoletos.
Este tipo de artículos suele ser un problema en la gestión de almacén. Es importante interpretar correctamente las razones por las que esto sucede y tratar de disminuir su peso en el inventario. Pero también aprender algunas lecciones para mejorar nuestra estrategia de compras.
En este post te daremos algunas claves para reducir los productos de baja rotación en tu inventario.
¿Qué son los productos de baja rotación en el inventario?
Se trata de artículos que permanecen mucho tiempo en el almacén sin venderse. Es por eso por lo que también los conocemos como “artículos de baja rotación”, ya que pasa mucho tiempo entre cada reposición de inventario.
Hay que tener mucho cuidado además con este tipo de productos, porque en caso de que tengan fecha de expiración o caducidad, podríamos tener que retirarlos del mercado, como sucede en el sector de la alimentación.
Contar con un software ERP para empresas con el que puedas controlar la trazabilidad de producto y fechas de caducidad es clave para evitar problemas en este sentido.
Pero es que, incluso si no tienen dicho límite temporal, los productos pueden deteriorarse por el tiempo y dejar de estar en condiciones de venderse por diversas razones. Por ejemplo, si dejan de estar de moda, se pasa la temporada o se estropean por las malas condiciones en las que están almacenados o por el exceso de tiempo que pasan en el almacén.
¿Por qué no te conviene tener un exceso de artículos de baja rotación?
En todo negocio va a haber más o menos artículos de baja rotación. Esto puede ser a veces un aspecto incontrolable.
Pero un principio clave para optimizar tus costes y potenciar tus ventas es tratar de reducir los artículos de baja rotación, especialmente cuando el motivo por el que pasa demasiado tiempo entre reposiciones tiene que ver con aspectos como las tendencias del mercado, los cambios en la demanda o los gustos de los consumidores.
Tener muchos productos de baja rotación implica varios problemas:
- Menos flujo de caja: si tardas mucho en vender esos productos, tu flujo de caja se reduce. Has invertido en la compra de artículos a proveedores, pero estás tardando un año o más en venderlos. Cuanto mayor sea el coste y el porcentaje de productos de baja rotación en tu inventario, menos flujo de caja vas a tener.
- Aumento de los costes de almacén: piensa que una parte de tu almacén va a estar destinada a almacenar este tipo de productos que se tarda mucho en vender. Si resulta que estos productos son muy voluminosos o tienes una cantidad excesiva de este tipo de artículos en almacén, tus costes de almacén van a aumentar, vas a tener espacio desperdiciado y estarás pagando un alto coste de oportunidad al no tener suficiente espacio para guardar artículos que tienen una mejor rotación.
- Mayores riesgos: si tu negocio tiene una alta dependencia de la venta de productos de baja rotación, con cada compra a proveedores asumes más riesgos que si adquirieras productos que se venden fácilmente. Es más fácil, de hecho, que un producto de baja rotación nunca llegue a venderse, lo que al final se convierte en una pérdida.
¿Qué hacer para reducir los productos obsoletos en tu negocio?
Lo primero es tener claro es que es prácticamente imposible que no haya ningún producto de baja rotación en un inventario. Los productos de mayor precio presentan mayores fricciones que los productos económicos, por lo que es lógico que tarden más tiempo en venderse, lo cual no significa que no sean rentables.
No obstante, tu negocio necesita tener ambos tipos de productos, de alta y baja rotación, de modo que puedas disponer tanto de flujo de caja como de artículos que te dejan un mayor margen, pero que se venden con menor frecuencia.
Lo que sí debes controlar, con mucho cuidado, son las razones por las que no se están vendiendo determinados productos de baja rotación. Hay que analizar si se debe realmente a su precio y las características del producto o hay realmente un cambio en la demanda. Cuando es esto último, te conviene reducir el stock de dichos productos y disminuir o evitar las compras para evitar el sobrestock; a veces la única solución es crear descuentos o vender el producto a saldo si no se vende.
Debes tener claro además que no te conviene tener un alto stock de productos de baja rotación. De hecho, con este tipo artículos cuentas con más margen de tiempo para reponerlos, por lo que es conveniente hacer una inversión exagerada: ajusta tus compras a las ventas previstas.
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